Cirugía de Tumores de partes Blandas

CIRUGÍA DE TUMORES DE PARTES BLANDAS

Dr. Alberto Gordillo

Los tumores de partes blandas son tumores comunes que aparecen en el tejido conectivo en el cuerpo o las extremidades. Pueden ser benignos o malignos.

Todo tumor de partes blandas de más de 5 centímetros, requiere de un estudio concienzudo, llevado a cabo por un especialista en tumores para diagnosticar y tratar debidamente el tumor. Es decir, un tumor de ese tamaño NO debe ser extirpado u operado sin tener claro su diagnóstico.

Los protocolos de tratamiento de tumores de partes blandas recomiendan derivar a todo paciente con un tumor que:
  • Sea mayor de 5cms (dimensión de pelota de golf)
  • Sea doloroso
  • Sea profundo a la fascia. (La fascia es un tejido conectivo grueso laminar que separa la capa superficial de grasa y piel de los músculos)
  • Esté creciendo progresivamente

Los tumores que cumplen estas características tienen más posibilidades de ser malignos y si son tratados u operados inadecuadamente, el pronóstico de supervivencia del tumor se puede ver afectado.

Síntomas


Los tumores de partes blandas casi siempre se presentan como un bulto de nueva aparición. El bulto puede tener un crecimiento progresivo. El crecimiento puede ser más lento, de años, en los benignos. Los tumores malignos tienden a tener un crecimiento en meses.

El bulto en si puede causar dolor al comprimir estructuras vecinas como nervios, músculos, ligamentos, tendones o arterias siendo más frecuente cuando el crecimiento es rápido. Cuando crecen lentamente el cuerpo se puede adaptar y ser más silentes.

Cuando los tumores están cerca de la piel esta puede cambiar y ponerse más roja e inflamada (eritema) o tener una textura diferente tipo piel de naranja (dura y rugosa).

Diagnóstico


Los tumores de partes blandas después de una exploración clínica requieren de una prueba de imagen para orientar el diagnóstico. En algunos casos que se sospeche un quiste, tumores que son una pequeña bolsita rellena de líquido, comunes en muñecas, manos y pies se puede evaluar con una ecografía.

Para el resto de tumores normalmente solicitamos una resonancia magnética. La resonancia magnética nos dará el tamaño y localización exacta del tumor en relación a las estructuras vecinas.

La resonancia también puede orientar si se trata de un tumor benigno o maligno. Según el criterio del especialista en tumores debe decidir si con la resonancia magnética es suficiente para decidir un tratamiento o si el tumor requiere una biopsia.

Biopsia



Solo los tumores que son claramente benignos por resonancia magnética podemos tratarlos sin biopsia. Todo tumor que sea incierto si es benigno o maligno por resonancia requiere una biopsia.

Todo tumor orientado o sospechoso de ser maligno requiere una biopsia. La biopsia es un procedimiento en el cual se obtiene una pequeña muestra de tejido del tumor para análisis.

La biopsia la debe realizar el especialista que te va a tratar del tumor o su equipo. Debe ser realizada en un centro con gente experta en el estudio de tumores del aparato locomotor. La biopsia debe ser realizada en la zona por donde luego pasará la incisión o el corte para la extirpación del tumor. Es por esto que la biopsia es un paso primordial y fundamental en el estudio de los tumores de partes blandas.

Estudio de extensión



Los tumores malignos de partes blandas o sarcomas requieren una vez diagnosticados por biopsia un estudio de extensión.

El estudio de extensión es la valoración de la posible afectación sistémica del tumor. Es decir si el tumor ha dejado de estar localizado en el muslo o brazo y se ha diseminado a otras regiones del cuerpo.

La diseminación se le llama metástasis. Los sarcomas de partes blandas se diseminan principalmente al pulmón, por esta razón la principal prueba de estudio es la tomografía computarizada TC (TAC) de pulmón. A veces de solicita también una TC de abdomen o una gammagrafía ósea.

Seguimiento



Los tumores benignos de partes blandas una vez operados solo requieren seguimiento de la evolución de la cirugía y su recuperación. Los tumores malignos o sarcomas requieren un seguimiento durante 10 años aproximadamente.

Durante el seguimiento se realizan pruebas de resonancia magnética en la zona intervenida y TC de tórax periódicamente.